La tecnología puede ser un aliado estratégico para cualquier organización o proceso. Durante parte del año pasado, muchos pudimos ver las redes sociales plagadas de candidatos a la libre postulación para diversos cargos de elección popular realizando el proceso de recolección de firmas para sus distintas campañas electorales.
El proceso, lleno de dudas y comentarios, fue nuevo durante este ciclo electoral.
Lo que más me llamó la atención fue la gran cantidad de noticias sobre las firmas rechazadas y una gran cantidad de anomalías detectadas dentro del proceso: desde personas fallecidas en los libros de firma hasta personas presentando denuncias por haber aparecido en libros de firmas sin haber firmado.
Esto nos hizo a nosotros, como profesionales del área de tecnología, iniciar un debate interno dentro de la oficina para comprender si el proceso hubiese podido ser más transparente, rápido y seguro mediante la utilización de tecnología simple (y disponible hoy en día) para el proceso de recolección de firmas para dichas candidaturas.
En este post, dejamos algunas ideas que surgieron luego de esta conversación, las cuales quizás puedan ser tomadas en consideración a futuro.
Nota: Antes de iniciar este post aclaramos que consideramos, creemos y sabemos que el Tribunal Electoral cuenta con excelentes profesionales y proveedores de tecnología hoy en día. Sabemos que, quizás, por tiempo o resistencia a la incorporación tecnológica no se pudieron ni se hubiesen podido realizar muchos de estos procesos. Este post simplemente intenta retratar un mundo ideal.
1. Permitir la verificación de las firmas de forma en línea al ciudadano
Creemos que esto hubiese sido lo más importante. Permitirle a todos los ciudadanos que brindaron su firma, verificar si su firma ya había sido validada y/o verificada por personal del Tribunal Electoral y si su firma llegó al lugar esperado.
El Tribunal hizo algo genial y fue permitirle a todos verificar los resultados (en línea) de las verificaciones a través de un portal habilitado para ello.
A través de este mismo portal, hubiese sido genial poder verificar el estado de la firma mediante dos campos de entrada:
- El número de cédula
- El código de verificación (un código alfanumérico que se encuentra en la parte posterior del plástico)
Lo ideal sería que todas las cédulas ya hoy en día contaran con la "cédula inteligente" que permitiese este proceso aún más fácil, mediante la lectura del código en formato QR que se implementará en dicho plástico.
2. Firmar sin papel
Esto es lo que hace más engorroso todo el proceso. Al parecer, el proceso de verificación es (casi que completamente) manual.
Dicho sea de paso, el T.E. aseguró haber verificado poco menos de 3 Millones de firmas, algo sorprendente y aplaudible para el personal del T.E.
Este trabajo no solamente debió ser agotador, si no abrumador.
Lo ideal hubiese sido eliminar el proceso en papel e implementar un proceso por medio tecnológico. La forma más adecuada hubiese sido a través de un dispositivo móvil con una aplicación móvil.
A través de dicha aplicación, operada por el grupo del candidato, la persona que quisiera aportar su firma debería ofrecer su número de cédula y sus generales serían verificadas en forma automática con los sistemas o servicios del T.E.
3. Verificación biométrica
Sumado al punto anterior, dicha aplicación debería tener al menos dos tipos de verificación, mediante la implementación de mecanismos biométricos y de Inteligencia Artificial:
- Verificación por medio de huellas dactilares
- Verificación por medio de fotografía (y patrones de reconocimiento facial)
A través del reconocimiento por huellas dactilares, algo que viene en casi todos los dispositivos móviles de nueva generación, se pudiese validar con datos ya disponibles en el T.E. (estos datos se capturan al momento de renovar la cédula).
Mediante el reconocimiento facial, se le tomaría una fotografía al ciudadano y se verificaría, mediante la implementación de patrones simples de inteligencia artificial (y Deep Learning) y reconocimiento facial, si la persona frente a uno tiene cierto porcentaje de coincidencia con la fotografía en la cédula (según lo resguardado en las Bases de Datos del T.E.).
Esta fotografía debe ser aportada en sitio y no puede ser cargada desde la galería. Igualmente se deben incorporar datos de bitácora, como ubicación, día, hora, entre otros.
La verificación debería ser obligatoria por uno de ambos métodos y de recurrir a ambos métodos la verificación debería ser completada y la firma automáticamente autorizada.
Muchos preguntarán, ¿por qué no ambos métodos?. El trabajo arduo en el campo, industria, con químicos o demás puede borrar parcialmente las huellas dactilares de la persona, por lo que no es un procedimiento 100% fiable.
Obviamente también se debería aportar una firma digital o en el futuro, poder firmar a través de la firma electrónica, un proyecto que muchos desconocen.
4. Verificación de firma automática
Tú, como parte del equipo del candidato, ¿cómo te aseguras que quién te está brindando el apoyo no ha firmado ya?
Uno de los problemas más comunes en el rechazo de las firmas era que ya la firma había sido acreditada a otro candidato de libre postulación.
Lo más importante sería que dicha verificación se haga en línea y que el captador de la firma (quién es parte del equipo) pudiese verificar en el sitio mismo que la persona no haya sido verificada.
Conclusiones
Muchos lectores seguro pensarán que estamos hablando de una película futurista, pero todo lo contrario. Varias de estas implementaciones ya las hemos realizado con nuestro equipo de trabajo, como la implementación de mecanismos de Inteligencia Artificial y Machine Learning dentro de Manejo al Hombro.
La implementación tecnológica puede doler al inicio, pero una vez nos apalancamos con la tecnología, todo puede correr de forma más ágil y eficiente.
Fotografía de portada: "Ana Matilde Gómez presentó sus libros para el respaldo de su candidatura independiente." — Copyright, La Estrella de Panamá.
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